Juramento A La Bandera

Juramento a la Bandera

Desde que empezamos en nuestra temprana edad a participar en las asambleas escolares, todos conocemos la célebre secuencia de: ¡Saludar Ya! Todos parados de pie y con el brazo estrecho saludando al símbolo tricolor de nuestra patria decimos: “¡Bandera de México!, legado de nuestros héroes, símbolo de la unidad de nuestros padres y de nuestros hermanos, te prometemos ser siempre fieles a los principios de libertad y de justicia que hacen de nuestra Patria la nación independiente, humana y generosa a la que entregamos nuestra existencia”. Aunque decimos estas palabras sin concientizar lo que significan, seguimos con la nueva promesa estudiantil Nuevoleonesa, la cual más claramente dice: “... prometemos así mismo dar nuestra vida en defensa de México y de Nuevo León cuando la patria nos llame.” Desde hace ya varios años me he quedado en silencio al decir estas palabras porque yo no doy mi consentimiento a luchar por México en  guerras solo por el hecho que la patria me llame. De ser en defensa racional y moral de México, sería posible hacer la decisión de unirme, pero esta no es incondicional.   

Lo que francamente se me da regocijo es la manera tan fervorosa con la cual tantos estudiantes musitan estas promesas falsas. Si en algún caso llegaríamos a un estado de guerra en México una gran mayoría de estudiantes del colegio desertarían inmediatamente hacia Estados Unidos. Además, con el nuevo pretexto de la nacionalidad española, muchos naturalmente huirían, cambiando sus chilaquiles por paella valenciana. Tristemente, este comportamiento malinchista nos define como sociedad. Pero a fin de cuenta cada quien tiene el derecho de sus propios ideales y principios. 

Yo creo que la raíz del problema no es el malinchismo, ni la hipocresía presente en nuestro grupo social. Es la falta de conciencia el factor culpable de estas promesas falsas. Si desde pequeños nos hubieran enseñado el significado del conjunto de las palabras dentro del himno nacional y el juramento a la bandera, podríamos crear una decisión lógica de comprometernos a defender la patria o no. Pero en vez de esto, sistemáticamente nos fuerzan a repetir las palabras huecas que no tienen valor para nosotros. Tristemente, este comportamiento sigue hasta High School, donde los maestros siguen reforzando estas palabras de nuestras bocas. 

Es por esto que suplico que la siguiente vez que haya asamblea, cuiden las palabras que digan y estén conscientes del significado de lo que dicen. Solo así podremos convertirnos a una sociedad más consciente, honesta y patriótica.